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Arte / MUN y arte Contemporáneo

Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor


Corría el año 1926 cuando se celebró el primer día del libro en 23 de abril. Una fecha simbólica de la literatura universal que coincide con la de la desaparición de William Shakespeare, Miguel de Cervantes y el Inca Garcilaso de la Vega. No fue hasta 1995 cuando la UNESCO declaró oficial e internacionalmente el día 23 de abril como Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, convocando para la fecha eventos por todo el mundo.

El libro es un soporte de transmisión intelectual autónomo. Su longitud variable permite concretar entre sus páginas proyectos más o menos concisos, cuerpos de pensamiento que encierran una enseñanza, o ponen un broche personal a un proceso intelectual concreto.

Sin darnos cuenta, nos relacionamos con el libro desde muy diversas perspectivas y todos nuestros sentidos intervienen en nuestra interacción con ellos. Más allá del enriquecimiento intelectual de su contenido, se ha demostrado el beneficio que tiene para la motricidad y plasticidad neuronal el vaivén de los caracteres al escribirse, el de los ojos al recorrerlos en el momento de la lectura. El placer físico, el olor y la textura de sus materiales, el peso y el formato de su empaque convocan la secreción de hormonas similares a las segregadas ante un bocado delicado.

en la portada del catálogo de la exposición de Carlos Cánovas se ve un puerto con barcos de carga, es una obra del autor en blanco y negro de gran belleza.
En la imagen, la portada del catálogo de la exposición En el Tiempo de Carlos Cánovas

De este modo, más allá de una sabia combinación de tinta, papel, cartón, cola e hilo, más allá incluso de constituirse en objetos de conocimiento y deleite, los libros son el resultado de un proceso creativo en los que intervienen muchos y diferentes actores.

Desde el artista y autor que recoge entre sus páginas su proceso creador, selecciona con mimo las ilustraciones y redacta los textos que las acompañan, hasta el distribuidor, que colocará el libro en el punto más accesible para el lector interesado.  Del manuscrito a la librería, hay que dar un sinfín de pasos para proporcionar al lector una experiencia única.

Cada uno de los libros propuestos por el Museo Universidad de Navarra ha sido cuidadosamente diseñado por un experto editorial que se ha ocupado de editar el manuscrito y corregir erratas. Será el diseñador editorial quien vista el conocimiento con la más adecuada disposición de página, la cuidadosa selección del papel, su formato, la textura y el diseño de las tapas que mejor envuelvan el contenido que encierran.

Más allá de cada título, como las muñecas rusas, cuando los libros se agrupan en una colección, podemos intuir una intención de coherencia. La intención de vincular y unir esos saberes en hilos argumentales que trasciendan un único proyecto creativo sumergiéndolo en otro incluso mayor.  

Las colecciones del Museo Universidad de Navarra recogen de este modo en diversas líneas el recuento y la génesis de cada uno de los procesos creativos apadrinados en los programas que constituyen su trabajo cotidiano. En el Museo se lleva a cabo un programa de largo alcance de acompañamiento de artistas durante su proceso creativo, tanto en el campo de las artes visuales como las artes performativas. Se trata de un acompañamiento en el sentido más amplio del término, un periodo de trabajo acompasado y acompañado a lo largo de cada una de sus fases.

El resultado de dichos procesos se refleja en la edición de los libros de los artistas visuales. No se trata de catálogos al uso, mera recopilación de las imágenes que conformaron una exposición o un proyecto, sino de proyectos autónomos que se interconectan a través del acompañamiento al autor, dan cuenta de su proceso creativo y entablan un fructífero diálogo a través del catálogo de publicaciones.

El libro como proyecto autónomo, interconectado en un diálogo a través de nuestro catálogo

Así, la colección del Museo Universidad de Navarra aborda las claves del fenómeno fotográfico y su vinculación con el desarrollo de las artes plásticas a partir de 1839. No solo recorre la historia de la fotografía en España, desde sus orígenes hasta nuestros días, sino que explora los mecanismos de la construcción de las imágenes de aquello que llamamos la realidad, abre caminos para la comprensión de los mecanismos de la representación y ofrece vías de acceso a la Colección de fotografía más importante de España. Una colección que incorpora obras que permiten la comprensión de la historia de la fotografía y contienen en sí mismas las excelencias de una obra única.

El proyecto Tender Puentes surge con la intención de ahondar en el conocimiento fragmentario que se tiene de las primeras décadas de la fotografía: escasez de documentación generada por los propios autores, límites difusos de la autoría, ausencia de reflexión teórica sobre el medio fotográfico, diversidad en el posicionamiento de los fotógrafos ante los encargos y su relación con la realidad.

Tender Puentes se plantea como un diálogo entre artistas contemporáneos y aquellos de los siglos XIX y XX. Propone una reflexión teórica en forma de libro, junto con conferencias y otras actividades docentes que permiten acceder a los procesos de creación de los artistas actuales, conocer sus motivaciones, sus referencias y todo ello en un relato en primera persona. Tender Puentes requiere la articulación de narrativas en las que la voz de los artistas ilumina los contextos en los que se produce el milagro del Arte, al tiempo que facilita la comprensión del fenómeno fotográfico.

La portada del cuaderno TENDER PUENTES dedicado al proyecto de Juan Ugalde. Varios coches de carreras antiguos circulan por una imagen de una construcción de un canal en un juego visual
Portada del Cuaderno Tender Puentes núm. 17 dedicado al proyecto de Juan Ugalde

Si el tiempo es uno de los elementos que define el arte, desde la aparición de la fotografía y en especial de la fotografía en movimiento, en el caso del teatro, la danza o la música, su importancia es determinante ya que, en cierto sentido, la obra desaparece conforme se va creando. El registro de las diferentes fases del proceso de creación de las artes vivas –ensayos, primeras interpretaciones– resulta muy complejo más allá de la mera anotación. Sin embargo, es necesario crear herramientas para que todo ese conocimiento se conserve.

El registro del proceso de creación constituye no solo el relato artístico del autor, sino también el de la institución que lo ha albergado. En el caso del Museo Universidad de Navarra, caracterizado por una polisemia insólita al tratarse de un teatro-museo- universidad, esta necesidad es aún más acuciante porque entronca con sus principales misiones: la exhibición, la investigación y la creación.

Cuadernos de Creación es el reflejo en un soporte físico del trabajo generado durante ese periodo de acompañamiento de artistas en el que el Museo actúa a la vez como fuente de inspiración, apoyo y canal para el nacimiento de una obra viva.

La coreógrafa Itsaso A. Cano sostiene abierto en sus manos su cuaderno de creación, donde recoge las anotaciones de sus coreografías.
Itsaso A. Cano nos muestra su Cuaderno de Creación. Foto @Manuel Castells

La Colección Documentos recoge conferencias, intervenciones, tesis y testimonios de autores invitados por el Museo Universidad de Navarra que establecen vínculos críticos y teóricos con las producciones del Museo. Esta serie de publicaciones es también el vehículo que compila fuentes documentales fundamentales para abordar y comprender los fondos que constituyen las colecciones del MUN.

Por ello, las colecciones ofrecidas por el Museo hablan de la orientación, la importancia y el impulso que la institución concede a cada uno de los proyectos que apadrina. Su colaboración con Trama Editorial es un reflejo de profesionalidad y colaboración. Al dejar en manos del editor la labor concienzuda de diseñar, editar y vestir el texto, adquirimos el mutuo compromiso de transmitir, con excelencia, solidez, coherencia y sostenibilidad en el tiempo, el trabajo que estamos llevando a cabo artistas, creadores, conservadores, curadores, coreógrafos y editores para hacer del arte y sus procesos un saber no sólo transmisible, sino placentero.

Para el amante del objeto, nada comparable al placer goloso de abrir un libro, de sentir su peso y textura entre las manos. Para el sibarita de la imagen, no hay calidad comparable a la del papel impreso en offset. Para el ávido de conocimiento, nada mejor que un libro en el que disfrutar, con todos los sentidos, de los saberes que atesora. Así que sólo nos queda recomendarle que se acerque a su distribuidor o librería más cercana… y disfrute con nosotros del placer de un buen libro.

Feliz día del libro. #DíaMundialdelLibro

Departamento de publicaciones. Museo Universidad de Navarra.


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